Deudas buenas y deudas malas

Endeudarse no necesariamente es malo, siempre que lo hagamos de una manera adecuada. Si nos financiamos para adquirir un activo, algo que te genere algún beneficio a futuro, podemos considerar este financiamiento como una deuda buena. Un ejemplo podría ser una casa o crédito educativo.

Las deudas malas serían el caso contrario. Este tipo de deudas son las que no generan ningún valor agregado en el futuro, sino que solo son un gasto. Un ejemplo puede ser endeudarte para hacer una compra que pudo haber sido planificada, como la de un electrodoméstico para el hogar. 

Evalúa las deudas que tienes actualmente e identifica su tipo. A la hora de priorizar el pago de deudas, enfócate primero en las malas.