Adquirir un vehículo es una de las compras más emocionantes. Desde que empezamos a generar ingresos esto se convierte en una de las metas financieras principales, sin embargo, conlleva ciertos sacrificios ya que necesitamos contar el inicial para la compra y luego financiar el resto. ¿Te has preguntado qué puedes hacer para aumentar tus posibilidades de obtener este préstamo?
Lo primero es que debes tener un buen historial de crédito. Todas tus decisiones financieras están reflejadas en este historial, el cual se ve impactado negativamente si dejas de pagar o pagas tarde con frecuencia. Tu historial crediticio es tu carta de presentación ante una entidad financiera a la hora de solicitar un financiamiento, por esto, es de suma importancia tomar acciones correctivas para reconstruirlo si ha pasado alguna de las situaciones anteriores.
- Si estás retrasado, ponte al día lo antes posible. Esto contribuye a que la entidad que consulte tu historial vea tu preocupación por estar al día y que no serás un cliente moroso.
- Mantén el saldo de tu tarjeta de crédito entre un 30%-50% del límite. Así aseguras que la entidad financiera entienda que no dependes totalmente del crédito para tu día a día.
- Conserva tus cuentas/tarjetas de crédito por el mayor tiempo que puedas. El tiempo que tengas con tus productos financieros influye en si otorgar un préstamo o no.
Por otra parte, debes de ahorrar el inicial del vehículo. Es recomendable que mínimo ahorres el 20% del valor del vehículo que piensas comprar, así el 80% restante podrá ser financiado con el nuevo préstamo. Si piensas comprarlo pronto, empieza desde ya a organizarte con tu presupuesto para que ahorres mensualmente para el inicial.
Al momento de elegir el vehículo toma en cuenta los nuevos gastos que tendrás y su impacto en tu capacidad de pago:
- El combustible. Ya sea gasolina, gasoil, gas o incluso electricidad, mensualmente vas a tener un consumo sujeto a precios que varían semanalmente y que va a depender de que tanto uso le des al vehículo. Además, esto se agrega a tus gastos fijos mensuales, al igual que la cuota del préstamo.
- El seguro de vehículo. Este puede ser pagado dentro de la cuota mensual o una vez al año, y su costo normalmente aumenta de acuerdo a la fecha de fabricación del vehículo, o sea, que mientras más nuevo sea el vehículo, más caro será asegurarlo.
- El mantenimiento. La frecuencia de los mantenimientos variará dependiendo que tanta rueda le des al vehículo y su costo varía acorde a la marca del vehículo y el kilometraje, en este caso debes de hacer tu debida diligencia e investigar este detalle más a fondo del vehículo que quieras adquirir. Para tu presupuesto, toma en cuenta 2 mantenimientos al año, como mínimo.
¡Adquirir un préstamo para comprar un vehículo no tiene por qué ser “meterte en un lío”! Si te planificas correctamente, tus metas de ahorro no se verán impactadas y pudieras incluso planificarte para saldar el préstamo antes de tiempo.