Un presupuesto se puede separar en los siguientes componentes:

• Ingresos. Trabaja con tu ingreso neto, o sea, el dinero que te queda luego de las deducciones (impuestos, aportaciones, etc…). Si tienes un ingreso variable, te puede funcionar trabajar con un ingreso promedio, así compensas un mes de menor ingreso con uno de mayor ingreso.

• Gastos fijos. Son los compromisos que tienes que cumplir todos los meses sin falta: Préstamos, facturas de servicios (luz, celular, internet, etc…), gastos del hogar (si tienes), gasolina, consultas médicas o medicamentos, etc… Es muy importante que los valores de estos gastos fijos estén lo más cercanos a la realidad posible, así que, es recomendable darle un seguimiento mensual para identificar si es necesario algún ajuste en el presupuesto.

• Ingresos/Gastos extraordinarios. Estos son los ingresos/gastos que están fuera de tu presupuesto mensual. Tomar en cuenta los ingresos te permitirá planificar los gastos. Por ejemplo, el doble sueldo es un ingreso extraordinario. Con este ingreso puedes planificar futuros gastos extraordinarios, como el mantenimiento o el seguro del vehículo, si tienes. 

Un presupuesto varía de acuerdo a la realidad de cada persona, lo más importante es que tu presupuesto está ajustado a tus posibilidades.