Cuando vamos a solicitar un préstamo, las entidades financieras nos ofrecen diferentes opciones de tasas de interés. A medida que se mantienen fijas por más tiempo, las tasas van aumentando consecuentemente. ¿Qué es mejor en ese caso? ¿Financiarte con una tasa menor fija por un periodo corto (variable) o una tasa mayor fija por un periodo más largo?
La respuesta va a depender del plazo en el que pienses pagar el préstamo. Si es un préstamo a más largo plazo, como el de una casa, te puede convenir una tasa fija por la mayor cantidad de tiempo posible. Así aseguras que la cuota se mantenga constante y te puedas organizar mejor. Por el contrario, si tu financiamiento es con una expectativa a corto plazo y de saldar antes de tiempo, te puede convenir más optar por la tasa variable.